domingo, 13 de septiembre de 2009



Toda nuestra historia se podía resumir en esas dos frases. Estas que apuñalan por la cara porque no te viene de sorpresa. Pero te hacen igual de daño como si fuera algo inesperado.
Ayer estuve toda la noche pensando en los recuerdos que tengo grabados en esta sexta vida. En aquellos que realmente tengo contigo ( pocos, demasiado pocos) y en aquellos con los que sueño tener. Y comprendo que estos últimos nos se cumplirán nunca aunque sea lo que más deseamos. No sé de quien será la culpa ( o si alguien la tiene en realidad) pero lo único que sé, es que me compensa todo este sufrimiento por tener la esperanza de que un día todo podrá ser un poco menos nefasto para mi corazón.



Posiblemente todo lo que nos une ahora, algún día desaparecerá por las circunstancia que nosotros no manejamos o por tener que seguir "ocultando" en esta vida. Y tengo que confesar que eso me asusta, el perder lo que realmente no me corresponde. Quizás algún día aprenda a sobrellevar este amor y las malas consecuencias que acarrea. Quizás alguien nos puso en el camino correcto y nosotros nos empeñamos en desviarnos, alejándonos el uno del otro. O quizás, fuimos nosotros mismos quienes NO luchamos para seguirlo pero nadie nos hecha una mano con tantas piedras haciéndonos tropezar.


Tienes razón en todas tus verdades. Va siendo hora de que seamos adultos que nos resignemos en nuestra vida y no persigamos sueños que sabemos a ciencia cierta que no se van a realizar. Sigamos ocultando lo que se ha convertido nuestras vidas

No hay comentarios:

Publicar un comentario