
espués de bastantes días en los que he estado muy rara porque no te sentía, hoy he vuelto a hacerlo con toda intensidad amor. Desde bien temprano y nada más despertar, porque esta noche has vuelto a colarte en mis sueños y hemos correteado y reído por todos ellos, juntos. Y llevaba ya bastantes días preguntándome el por qué no te sentía tanto como de costumbre, pensando y pensando, dándole más y más vueltas, agobiándome… ese ha sido uno de los motivos por los que mis ánimos han estado algo apagados últimamente, y es que empezaba a entrarme el pánico amor.
Ese terror de tan sólo imaginar que voy a dejar de pensarte a cada segundo, de recordarte en cada pequeña cosa, de escuchar tu risa en mi cabeza y sentir tus besos y tus caricias si cierro los ojos en mis momentos de soledad… y sobre todo, de no sentirte, ni a mi lado ni cerca, ni mirándome ni velando por mí… SENTIRTE, porque yo lo hago aunque haya gente que no lo entienda, no quiera creerlo o simplemente me tachen de loca… a mí eso no me importa lo más mínimo, porque yo sé lo que vivo y siento, solo yo, y con eso me basta, no tengo por qué ni tampoco quiero explicárselo o hacérselo entender a nadie. Esto es algo solo mío, y en todo caso, tuyo también. Únicamente nuestro.
Sé que, como todos me dicen, y aunque probablemente nunca deje de hacerlo, de sentirte… con el tiempo perderá intensidad, será más y más leve, liviano… hasta acabar por ser casi imperceptible. Pero yo eso no lo creo amor, ni lo quiero. Y me aterra pensarlo… aprender a vivir con ello, estoy de acuerdo, eso he tenido que hacer, hago y haré… pero dejar de sentirte… ¿por qué? A mí me resulta cruel y doloroso, ahora mismo siento que eso es sinónimo de olvidarte, dejar de sentirte en mí, vivo en mí como he querido mantenerte siempre... eso nunca podré hacerlo amor… ¿o sí? Yo… ya no lo sé. Porque si eres tú el que me abandona de esa forma, como he llegado a pensar en estos largos días de soledad sin soñarte, ni sentirte… entonces no podré hacer nada por evitarlo ni por retenerte… y de alguna manera te me volverás a ir… y me empieza a entrar ansiedad con solo estar pensando esto una vez más, así que no me hagas mucho caso amor, y voy a ir parando con este tema, pues si hoy he querido escribirte es porque, como he dicho al empezar… he vuelto a sentirte… mucho, mucho…
Y al final, va a ser cierta mi teoría de que la lluvia te trae a mí y el sol te aleja… y lo necesitaba tanto, amor… verte en mis sueños, y en ellos reírme contigo, abrazarte, tocarte, mirarte a los ojos, besarte, cogerte la mano y tenerte cerca, tan cerca que llega a parecer tan real… para poder quedarme con esa sensación durante todo el día, la de que estás en mí, conmigo… y la paz que me da sentirme y sentirte así…
Sé que siempre me estás mirando, que no dejas de hacerlo aunque cuando me entra la rabieta por todo lo que ya he contado me angustio y pataleo pensando que ya te has cansado de velar por mí. También sé que me entiendes, que me conoces y por eso no me lo tienes en cuenta amor. Y sé que siempre me estás viendo, sencillamente, porque si no fuera así no me levantaría de la cama todos esos días en los que he pensado “no puedo”. Porque sólo tú me das fuerzas para hacerlo, no puede ser ninguna otra cosa. Y porque cuando salgo a pasear bajo la lluvia, como esta tarde de primavera, miro al cielo y, como siempre hacíamos juntos, no puedo ni quiero evitar esa costumbre infantil y tonta de buscarle formas a las nubes… ¿te acuerdas? Y sí, no me lo he inventado: en medio de varios nubarrones muy grises y densos… se me han dibujado unos ojos… y he sonreído, porque sé que justo en ese momento... me has mirado.


No hay comentarios:
Publicar un comentario